Cuando no todo son olas y playas paradisíacas
Aritz Aranburu sufrió un auténtico tormento en su viaje a Sudáfrica que le llevó a pasar doce horas en una celda al portar un pasaporte supuestamente defectuoso
«A la cárcel, sin pasar por la casilla de salida y sin cobrar las 20.000 pesetas». Es la leyenda que figura en la casilla más temida del Monopoly. Vuelta hacia atrás y a esperar turno mientras todos avanzan y la banca arroja dividendos. Una prueba de paciencia en toda regla. Como a la que fue sometido Aritz Aranburu en su desplazamiento a Durban (Suráfrica), donde disputa estos días una prueba del circuito mundial QS. Estancado, reculando y retrocediendo, su viaje, desde el pasado jueves hasta el martes, fue más un guión de Woody Allen con tintes de terror.
La policía surafricana le cortó el paso en la frontera y el zarauztarra se quedó sin poder elegir el camino correcto. El motivo, un pasaporte supuestamente defectuoso al que un policía galo le había arrancado la cubierta horas antes en el control de embarque de París. Aritz Aranburu pasó de ser el duodécimo surfista clasificado en el QS al purgatorio del anonimato. Fue como un pulso entre excavadoras y un modesto utilitario. Envuelto en sombras. Tragado por
De vuelta a Madrid
Una llamada de teléfono fue el gesto generoso que le dedicó la policía surafricana. Suficiente para poner en marcha el mecanismo que permitiera abrir la puerta del país africano o en el peor de los casos la vuelta a casa. Alguien descolgó el teléfono en una agencia de viajes zarauztarra. Ertzaintza, familia, embajada...todos se pusieron sobre
La solución la encontró en la policía de Barajas, que agilizó los trámites. El campeonatos comenzaba en dos días. Otro se hubiera descompuesto, pero Aritz Aranburu transformó el ego herido en positivismo. Un zarauztarra residente en Madrid, Joxean García, también puso su granito de arena. Fue quien le asesoró, dio cobijo y frenó sus pulsaciones. El camino parecía enfilado después de un meneo en toda regla. Restaban otras quince horas de vuelo hasta Durban y un nuevo reto en