17 febrero 2009

SURFISTA SALVA A SEIS NAUFRAGOS.

El surfista uruguayo Christian Hunt salvó él solo a los seis supervivientes de la patera gracias a la tabla de surf. El naufragio fue por la tarde del domingo frente a Los Cocoteros, Lanzarote, a pesar de todo no pudo sacar a los otros 21 inmigrantes del agua y se ahogaron y ayer en las labores de rescate recuperaron los 21 cadáveres.
El surfista dijo que «Es que ni me lo pensé..., , cuando me avisó mi mujer de que se había hundido una patera a muy pocos metros de nuestra casa, entonces salí y vi todo lleno de cabezas de gente en el agua», «Había varios que intentaban agarrarse a la patera volcada pero se resbalaban y se hundían, apenas tenían fuerza, estaban entumecidos y las ropas les pesaban, así que se iban para el fondo...».

Relata cómo entonces se echó al agua y gracias a una tabla de surf pudo ir sacando uno a uno a los supervivientes. «Sólo a los que pudieron agarrarse a la barca fui acercándolos a la costa mientras el resto de vecinos y varios policías locales de Haría ayudaban a los náufragos a salir por los riscos», dice. «Estaban extenuados, entumecidos y apenas podían ni moverse y se iban para el fondo sin poder nadar», continúa, añadiendo que «sólo los que se agarraron a la patera pudieron salvarse, la mar estaba muy picada y sólo podían agarrarse a la patera los de los extremos, porque el resto se resbalaban y se iban al fondo porque la barca era de fibra». «Vi a varios morir ahogados», añade con dolor.

Recuerda de forma especial que al ir a sacar a un hombre adulto que estaba agarrado a un lado de la patera no lo dejó. «Me dijo que fuera a por el chico, su hijo, que tenía unos 15 años» (el único menor superviviente». El adolescente estaba agarrado a un bidón de gasolina y por medio de la tabla de surf pudo sacarlo. «Después fui a por otro, y así hasta seis, el último me ayudó a sacarlo Jonathan, que también se metió conmigo, fue muy valiente», añade Christian.

Otro surfista Jonathan Camarasa, de 22 años, ayudó a salir al último superviviente, un hombre maduro que se había enredado en las cuerdas de la barca. «Pude ayudarle a salir gracias a la tabla», dice. Christian no recuerda cuánto tiempo pudo estar en el agua sacando gente, pues «todo sucedió muy deprisa. Cuando salí estaba helado, hacía un frío tremendo y la mar estaba muy brava, ya era noche cerrada y no se veía nada».

Christian vuelve a tomar la palabra: «si no llega a ser por la tabla de surf no hubiera podido salvar a nadie». Y se frota la cabeza al explicar que no vio niños. «No hubiera podido resistirlo, yo mismo soy padre de dos niñas».