Y la tragedia. La última apuesta heroica de EL Glison casi le cuesta la vida. No es novedad: Jorge Jesús esta acostumbrado al coqueteo diario con la muerte.
Poeta antes que torero, El Glison, de 47 años, el toro se escapo mar adentro y hubo que iré a rescatarlo, fueron unos momentos muy bellos al ver salir al astado del agua como un Dios mítico. En un instante, me pasaron una tabla de surf y quise ser el primero en la Historia con ella. Fue una sensación maravillosa, pero a mitad del tablazo, el toro derrotó y me hirió, con una herida de pierna, obligó a trasladar a un hospital con 3 costillas fracturadas.
No es un torero común sino un aventurero que un día probó suerte con el arte de Cuchares, de joven era antitaurino pero después de consulté libros y tras visitar Pamplona, logré entender la grandeza de este espectáculo.
Con 17 años, atravesó Estados Unidos haciendo autostop y llegó a Canada luego se licenció como ingeniero sin abandonar aventuras, ha cazado tiburones, navegando en un velero por Nilo, trabajando con elefantes en India por Nepal, domador de tigres, alpinista y buzo, músico, político.
Alguna vez estuve cerca de la muerte pero le gusta. Su historial medico es extenso, con 36 cornadas y 15 fracturas, tiene que utilizar aparatos ortopédicos en las piernas, muñeca y el codo, cada cornada le ayuda y fortalece su espíritu para él. Amenaza con reaparecer en breve y llegar algún día a hacer temporada en España para competir.
Poeta antes que torero, El Glison, de 47 años, el toro se escapo mar adentro y hubo que iré a rescatarlo, fueron unos momentos muy bellos al ver salir al astado del agua como un Dios mítico. En un instante, me pasaron una tabla de surf y quise ser el primero en la Historia con ella. Fue una sensación maravillosa, pero a mitad del tablazo, el toro derrotó y me hirió, con una herida de pierna, obligó a trasladar a un hospital con 3 costillas fracturadas.
No es un torero común sino un aventurero que un día probó suerte con el arte de Cuchares, de joven era antitaurino pero después de consulté libros y tras visitar Pamplona, logré entender la grandeza de este espectáculo.
Con 17 años, atravesó Estados Unidos haciendo autostop y llegó a Canada luego se licenció como ingeniero sin abandonar aventuras, ha cazado tiburones, navegando en un velero por Nilo, trabajando con elefantes en India por Nepal, domador de tigres, alpinista y buzo, músico, político.
Alguna vez estuve cerca de la muerte pero le gusta. Su historial medico es extenso, con 36 cornadas y 15 fracturas, tiene que utilizar aparatos ortopédicos en las piernas, muñeca y el codo, cada cornada le ayuda y fortalece su espíritu para él. Amenaza con reaparecer en breve y llegar algún día a hacer temporada en España para competir.