Los dos cargueros que naufragaron en el sur de España cerca del estrecho de Gibraltar provocaron una pequeña marea negra, al derramarse combustible de sus depósitos.
El carguero "Fedra" que se partió en dos, tras hundirse en Gibraltar desde el sabado a causa del fuerte temporal de lluvia y viento y se partió en dos al arrastrado por la corriente y chocar con una roca que llevaba en total unas 35.000 toneladas del combustible y 150 toneladas ha sido derramado al mar.
Otro carguero "Tawe" que llevaba 1.000 toneldas de combustible que se hundió en Algeciras cerca del otro carguero Fedra, al parecer, ante la fuerza del viento, se recogió el ancla y debido al temporal, fue finalmente arrastrado hasta embarrancar y el vertido ha manchado "unos 300 ó 400 metros de la playa de El Chinarral.
Las organizaciones de ecologistas denunciaron la utilización de productos químicos, que fijan el carburante en el fondo del mar y exigirán responsabilidades ante la Unión Europea. Ecologistas en Acción lamentó la frecuencia de los accidentes en la zona y la "mala gestión portuaria del estrecho de Gibraltar". En un accidente similar, el buque New Flame se hundió el pasado febrero.